Llim Tello Flores

¡El trabajo rebota pero la familia y salud se rompen!


Una de las mejores metáforas que he encontrado sobre el como tenemos que relacionar la relación entre el trabajo, la familia, la salud, los amitos y la vida espiritual; es la siguiente:

"Imagina la vida como un juego en el que estás malabareando cinco pelotas en el aire. Estas son: 1) Tu Trabajo. 2) Tu Familia. 3) Tu Salud. 4) Tus Amigos, y, 5) Tu Vida Espiritual. Y tú las mantienes todas éstas en el aire.
  • Pronto te darás cuenta que el Trabajo es como una pelota de goma. Si la dejas caer, rebotará y regresará.
  • Pero, las otras cuatro pelotas: Familia (a los que amas), Salud, Amigos y Espíritu son frágiles, como de cristal. Si dejas caer una de estas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo misma."
En este punto es bueno comentar que en los foros de Internet existen dos finales para esta historia, las dos son igualmente inspiradoras, así que leamos las dos a continuación:

La primera está atribuida a Bryan Dyson, ex Presidente de Coca Cola, quien señala:

"Debes entender esto: aprecia y esforzarte por conseguir y sobre todo cuidar lo más valioso. Trabaja eficientemente en el horario regular y deja el trabajo a tiempo. Dale el tiempo requerido a tu familia (a los que amas) y a tus amigos. Haz ejercicio, come y descansa adecuadamente. Y sobre todo... crece y cultiva tu vida interior, lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es lo único eterno.

Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué?, porque no espero nada de nadie. Esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, ¡por eso, ámala.!

Si crees que alguien te quiere (y que tú sabes que lo quieres) no lo dejes ir. Vive intensamente y recuerda:
  • Antes de hablar... ¡Escucha!
  • Antes de escribir... ¡Piensa!
  • Antes de criticar... ¡Examínate!
  • Antes de herir... ¡Siente!
  • Antes de orar... ¡Perdona!
  • Antes de gastar... ¡Gana!
  • Antes de rendirte... ¡Lucha!
  • ANTES DE MORIR... ¡¡VIVE!!"
La segunda está atribuida a Roberto Goizueta, también ex CEO de Coca Cola, quien concluye la historia de la forma siguiente:


"Compréndanlo y busquen el equilibrio en la vida. ¿Cómo?

  • No disminuyan su propio valor comparándose con otros. Es porque somos todos diferentes, y cada uno de nosotros es especial.
  • No fijen sus objetivos en  razón de lo que otros consideran importante.
  • Sólo ustedes están en condiciones de elegir lo que es mejor para ustedes.
  • No den por supuestas las cosas más queridas por su corazón.  Apéguense a ellas como a la vida misma, porque sin ellas la vida carece de sentido.
  • No dejen que la vida se les escurra entre los dedos por vivir en el pasado o para el futuro.
  • Si viven un día a la vez, vivirán TODOS los días de su vida.
  • No abandonen cuando todavía son capaces de un esfuerzo más.  Nada termina hasta el momento en que uno deja de intentar.
  • No teman admitir que no son perfectos.  Ese es el frágil hilo que nos mantiene unidos.
  • No teman enfrentar riesgos.  Es corriendo riesgos que aprendemos a ser valientes.
  • No excluyan de sus vidas al amor diciendo que no se lo puede encontrar.
  • La mejor forma de recibir amor es darlo; la forma mas rápida de quedarse sin amor es aferrarlo demasiado; y la mejor forma de mantener el amor es darle alas.
  • No corran tanto por la vida que lleguen a olvidar no sólo dónde han estado sino también adónde van.
  • No olviden que la mayor necesidad emocional de una persona es la de sentirse apreciado.
  • No teman aprender.  El conocimiento es liviano, es un tesoro que se lleva fácilmente.
  • No usen imprudentemente el tiempo o las palabras.  No se pueden recuperar.
  • La vida no es una carrera, sino un viaje que debe ser disfrutado a cada paso.

Ayer es historia, Mañana es misterio y Hoy es un regalo: por eso  se lo llama "el Presente"."

Como ven, ambas formas de terminar la metáfora son muy inspiradoras, lo importante es comprender la alegoría del malabarismo con las bolas para comprender todo lo demás.


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